
SPF son siglas de «Sun Protection Factor» (Factor de protección solar). ¿Alguna vez te habías preguntado que significa y por que es tan importante incorporarlo en tu rutina diaria de cuidado de la piel?.
El SPF indica el nivel de protección que un producto ofrece contra los rayos ultravioleta B (UVB), los cuales son responsables de causar quemaduras solares y pueden contribuir al desarrollo de cáncer de piel.
El SPF funciona prolongando el tiempo que tu piel puede estar expuesta al sol sin quemarse. Para que os hagáis una idea, si normalmente te quemas después de 10 minutos al sol, un productos con SPF 30 te protegerá por 30 veces ese tiempo, es decir, 300 minutos. Esto no significa que puedas exponerte al son indefinidamente, volver a aplicar el protector solar es necesario para una protección efectiva.

La elección del SPF adecuado depende de varios factores, incluyendo tu tipo de piel, la intensidad de la exposición al sol y la duración de tu tiempo al aire libre.

Incorporar en nuestra rutina diaria de cuidado de la piel un protector solar, es esencial para prevenir el daño solar. El uso habitual del protector solar puede reducir el riesgo de quemaduras solares; previene el envejecimiento prematuro y disminuir el riesgo de cáncer de piel.


